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FALSOS MITOS SOBRE SALUD BUCAL
El
cuidado
de
los
dientes
y
las
encías
está
rodeado
de
creencias
que,
a
pesar
de
basarse
en
ideas
erróneas
y
no
contar
con
una base científica, están muy extendidas.
Por ello, conviene desterrar algunos de los falsos mitos sobre salud bucal más frecuentes.
*
Es normal que las encías sangren.
Una
encía
sana
no
debería
sangrar.
De
hecho,
el
sangrado
de
las
encías
suele
producirse
cuando
existe
un
proceso
inflamatorio
a
nivel
de
los
tejidos
gingivales.
Por
ello,
si
encuentras
restos
de
sangre
al
cepillarte
los
dientes,
deberías
acudir
a tu odontólogo, porque podría tratarse de gingivitis o periodontitis.
*
Es preferible utilizar un cepillo de dientes de filamentos duros.
Un
cepillado
fuerte
de
los
dientes
puede
provocar
el
desgaste
del
esmalte,
causando
sensibilidad
dental,
así
como
la
retracción
de
las
encías.
A
la
hora
de
lavarse
los
dientes,
deben
realizarse
movimientos
suaves,
sin
ejercer
demasiada
fuerza, y el cepillo debería tener filamentos finos y flexibles que eviten cualquier daño.
*
Cuánto más pasta de dientes se utilice, mejor.
Es
cierto
que
la
efectividad
de
la
higiene
bucal
tiene
mucho
que
ver
con
los
componentes
que
se
incorporan
en
el
dentífrico.
Entre ellos, el flúor. No obstante, una pequeña cantidad es suficiente para conseguir los resultados esperados.
*
El colutorio debe picar para que sea efectivo.
Hay
quien
cree
que
es
necesario
utilizar
un
enjuague
bucal
fuerte
o
con
alcohol
para
que
este
sea
eficaz.
También,
que
su
utilización
debe
causar
algún
tipo
de
molestia
para
conseguir
el
efecto
perseguido.
No
obstante,
esto
no
es
así
y,
por
lo
general, es preferible utilizar enjuagues bucales sin alcohol. De lo contrario, se podrían resecar las mucosas.
*
El mal aliento se debe a problemas digestivos
.
Solo
un
pequeño
porcentaje
de
la
halitosis
se
debe
a
problemas
en
el
sistema
digestivo.
En
su
gran
mayoría,
tiene
un
origen
en
la
cavidad
oral,
debido
principalmente
a
una
higiene
bucal
deficiente,
en
especial
de
la
lengua,
la
existencia
de
enfermedad de las encías, la acumulación de bacterias o la presencia de restos de comida.
*
Las limpiezas dentales profesionales solo son necesarias cuando hay problemas
.
A
pesar
de
que
no
haya
caries,
inflamación
de
las
encías
ni
cualquier
otra
alteración
bucal,
es
conveniente
realizar
una
limpieza
dental
profesional
de
forma
periódica.
Hay
que
tener
en
cuenta
que
con
los
cepillos
de
dientes,
los
sistemas
de
higiene
interdental
y
los
colutorios
no
siempre
se
puede
acceder
bien
a
los
espacios
donde
se
suele
acumular
la
placa
bacteriana.
Gracias
a
la
higiene
profesional
clínica,
se
puede
acceder
al
fondo
del
surco
gingival
y
eliminar
todo
el
sarro,
así
como
pulir
los dientes y quitar las manchas amarillentas o marrones que pueden producir el café o el tabaco.